28 enero, 2006

Recogida de firmas para el referéndum

El Partido Popular ha iniciado una campaña de recogida de firmas por toda España con el fin de presentar lo que se llama un proposición no de ley. Creo que es importante que todos apoyemos con nuestra firma esta iniciativa. España vive unos momentos de tensión que no había desde la Transición, debido a la irresponsabilidad de unos políticos que han preferido no ver más allá de sus intereses personales/electorales, y que, desgraciadamente, han contado con el apoyo incondicional del presidente del Gobierno.

Aqui da igual si se es de derechas, de izquierdas, "centrista", mediopensionista o apolítico. Creo honestamente que cualquier persona preocupada con lo que está pasando y que quiera hacer lo posible para evitarlo, deberia firmar para que, si nos quieren cambiar el modelo de país que tenemos, al menos nos dejen dar nuestra opinión, como debe ser en cualquier democracia. En fin.


Proposición:
La Constitución de 1978 ha sido un éxito de todos los españoles. Todos decidimos que España es una Nación unida, plural y solidaria: una Nación de ciudadanos libres e iguales en derechos y obligaciones.


Fruto del acuerdo constitucional que apoyó el pueblo español, nos dimos un modelo territorial que garantiza la autonomía de las nacionalidades y regiones, así como la solidaridad entre ellas.


Desde algunas Comunidades Autónomas se han abierto reformas estatutarias que rompen las bases de este consenso social en torno a la idea de España y su modelo territorial.


Observamos con preocupación cómo la propuesta del nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña cuestiona los pilares esenciales sobre los que funda ese consenso.


- Primero. Porque cuestiona el principio de que la soberanía recae en el conjunto del pueblo español. Siendo la soberanía una e indivisible, tan sólo cabe una Nación posible: la Nación española.


- Segundo. Porque mediante una aparente reforma estatutaria se oculta una reforma constitucional que atribuye a la Generalitat competencias que son exclusivas del Estado y establece una relación de igual a igual entre el Estado y esta Comunidad Autónoma.


- Tercero. Porque rompe la igualdad de derechos y obligaciones entre todos los españoles, hace de la lengua un factor de discriminación e impone un modelo de financiación bilateral que hace imposible que todos los ciudadanos accedan a los mismos servicios y prestaciones públicas.


- Cuarto. Porque somete la libertad de los españoles y, en particular, la de los ciudadanos de Cataluña al abusivo intervencionismo de los poderes públicos, evidenciando así una inaceptable desconfianza hacia la sociedad civil, la libertad de mercado y la igualdad de oportunidades que son características de una sociedad abierta avanzada.


Considerando que todos los españoles deben poder opinar sobre un asunto de capital importancia para nuestro futuro, el Partido Popular:


INSTA al presidente del Gobierno a que, haciendo uso de la facultad conferida por el artículo 92 de la Constitución Española y, de acuerdo con el procedimiento legalmente previsto, someta a referéndum de todos los ciudadanos la siguiente decisión:

¿Considera conveniente que España siga siendo una única Nación en la que todos sus ciudadanos sean iguales en derechos, obligaciones, así como en el acceso a las prestaciones públicas?


Para firmar:

http://www.pp.es/index.asp?p=7362&c=1e9b64527e41c7360750af533155aebd

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13 enero, 2006

Javier Sardá, condenado por miserable

La noticia tiene casi un año, pero la pongo aquí por la poca difusión que ha tenido. Posiblemente es la primera vez que lo lees.
Ante hechos como estos, no salen las palabras. ¿Miserable, como dice el título? ¿Ruin? ¿Absolutamente todo vale por la audiencia? Pero qué asco de programa que era CM. Capaces de reírse hasta de un disminuido...
Esperemos que la ausencia de este año sea ya eterna, aunque, en lo que a manipulación política se refiere, Sardá ya tiene relevo: Andreu Buenafuente. Pero ese es otro tema, y ya habrá tiempo.

CULPABLES DE INTROMISIÓN ILEGÍTIMA EN SU HONOR
(18-01-05) Condenan a Sardá, Cárdenas y Telecinco por mofarse de un disminuido en Crónicas Marcianas


El Juzgado de Instrucción número cuatro de Arona (Tenerife) ha condenado a Javier Sardá, Javier Cárdenas y a la empresa Gestevisión Telecinco, S.A. a pagar 15.000 euros a un discapacitado por un delito de intromisión ilegítima en su honor. La familia denunció al programa Crónicas Marcianas por entrevistar al disminuido sin su consentimiento. Según la sentencia, “son múltiples las expresiones verbales y gesticulares que denotan esa afectación a la dignidad” del demandante.

(Libertad Digital) Según informa el Diario de Avisos de Arona, el juzgado obliga a los condenados a la difusión de la sentencia en el mismo programa en el que se cometió el delito (Crónicas Marcianas) de intromisión en el honor. Cárdenas, Sardá y Gestevisión Telecinco están obligados a pagar las costas del proceso judicial. En los fundamentos jurídicos se explica que se ha producido la vulneración del derecho a la intimidad personal y familiar que recoge el artículo 18 de la Constitución Española.

Según la sentencia “de la valoración de todos los elementos probatorios” queda constatado que la entrevista objeto del juicio ha conculcado el derecho al honor de Joaquín del Cristo. “Son múltiples las expresiones verbales y gesticulares que denotan esa afectación a la dignidad de don Joaquín del Cristo”. La sentencia alude a las “preguntas sucesivas que conllevan incluso respuestas contradictorias. Así son diversas las ocasiones en las que el entrevistador formula la pregunta de si prefiere el periodismo o el obtener una determinada cantidad de dinero, reiterando esa cuestión, de manera que induce al entrevistado a contradecirse, dejando en evidencia su capacidad intelectual y su grado de inteligencia”.

Ángel Isidro Guimerá, abogado de la familia del joven, dijo que la sentencia debería servir para que se acabe con la televisión basura.


Publicado en: Libertad Digital

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09 enero, 2006

Javier Sardá, un coherente hombre de izquierdas

Una historia publicada en Interviu sobre la fortuna de Javier Sardá. Muy posiblemente la persona que más influyó en movilizar ese voto joven, y muy poco y muy mal informado, contra el PP, o lo que vino a ser lo mismo, a favor del PSOE. Jóvenes que todos conocemos, que se atreven a hablar de política sin haber leído un periódico en su vida y desconociendo lo que es un telediario. Por lo general, víctimas de la LOGSE (ley socialista, no se olvide) que no se han arreglado por su cuenta, mas bien al revés. Gente, en fin, fácilmente manipulable por cualquier iluminado con labia como Sardá.

Eso si, como no poca gente gente "de izquierdas de toda la vida" que hay en este país, una cosa es lo que dice y otra lo que hace. El señor Sardá amasó una grandísima cantidad de dinero con su programa, porque la telebazofia vende, vaya si vende. Y como buen hombre de izquierdas que dice ser, pensé yo que lo habría donado, dejando a un lado lo mínimo para vivir, pues a alguna ONG, o que habría construido albergues, u orfanatos. Y resulta que no, que el dinero lo usó para comprarse viviendas ("especular", en lenguaje progre), coches, fincas, yates... Una vida muy muy de izquierdas, como pueden ver. Así me hago yo de izquierdas, y de lo que haga falta. Y luego da lecciones...


Después están los datos, curiosos cuanto menos, de que el señor Sardá no está censado en España (¿vota? ¿cómo paga impuestos? ¿no es obligatorio estar censado si se vive y trabaja en España?), y de que no tiene cuentas bancarias a su nombre.

La fortuna oculta de Sardá
Tras ocho temporadas con `Crónicas marcianas´, su fortuna asciende a 40 millones de euros. Entre sus caprichos, los barcos, aviones y coches de época son sus caprichos. Entre sus propiedades declaradas, una gran finca en Canet de Mar (Barcelona) de 22.000 metros cuadrados y cuatro pisos en la Ciudad Condal.


08/08/05 Dicen quienes le conocen que es un hombre hermético y poco dado a las ostentaciones. Javier Sardá ha echado el cierre a ‘Crónicas marcianas’ tras ocho temporadas en Telecinco y se ha tomado un tiempo sabático. Pero puede permitirse todo el que quiera. Acumula una fortuna de 40 millones de euros. Entre sus caprichos, los barcos, los aviones y los coches de época. Entre sus propiedades declaradas, una gran finca en Canet de Mar (Barcelona) y cuatro pisos en la Ciudad Condal. Cuando se pregunta sobre Javier Sardá en medios televisivos, la respuesta es siempre la misma. Nadie sabe nada. Con fama de hermético, Francisco Javier Sardá Tamaro, el
showman más famoso de la televisión, es un hombre blindado. No concede entrevistas, no hace declaraciones y no quiere que nadie husmee en sus asuntos, hasta el punto de no tener cuentas bancarias a su nombre en España y ni siquiera figurar en el censo electoral. De él se dice, también, que es un hombre de gustos sencillos, muy amigo de sus amigos, respetuoso con su equipo y cariñoso con sus colaboradores.

Los buenos resultados de Crónicas marcianas le han permitido, incluso, tomarse un tiempo sabático, pese a que le quedan dos años de contrato con Telecinco. Javier Sardá es rico, muy rico. Pero pocos conocen cómo y dónde ha invertido el patrimonio de 40 millones de euros que, según estimaciones obtenidas por esta revista en medios televisivos, ha conseguido acumular tras casi treinta años de trayectoria profesional. Los ocho últimos, al frente de Crónicas marcianas, un programa que produce Gestmusic y que no sólo ha marcado un antes y un después en la televisión en España, sino que ha permitido a Sardá incrementar de forma vertiginosa su fortuna personal. Hasta una media de nueve millones de euros anuales ha ingresado Sardá en los dos últimos años gracias al programa. Además de su sueldo como presentador del late night, el periodista, en su calidad de productor asociado, percibía parte de los dividendos que Gestmusic repartía gracias al programa, a lo que habría que sumar sus contratos de publicidad cuando, por ejemplo, anunciaba discos o películas.

El éxito de audiencia que durante ocho años ha mantenido Crónicas marcianas –cerró la temporada 2004-05 con un 29,4 por ciento de audiencia y 1.471.000 espectadores– le ha permitido negociar al alta sus sucesivos contratos con Telecinco, siempre mediante Gestmusic, controlada por Toni Cruz y Josep Maria Mainat, personas muy cercanas al periodista. La única empresa vinculada a Sardá es Balandrix, S.L., cuyo objeto social es la representación de artistas y de la que es socio y administrador único. Pese a que no tiene una actividad significativa, Balandrix generó en 2003 un volumen de ventas de tres millones de euros. Ese mismo año, Sardá recibió, como administrador de la empresa, una retribución de 242.965 euros. En 2003 esa sociedad ingresó un millón y medio más de euros que en 1998, al poco de haber comenzado a presentar Sardá Crónicas marcianas en Telecinco.

Subiendo como la espuma
Balandrix está detrás de cuatro de las cinco propiedades en las que aparece el popular showman: una finca en la localidad costera barcelonesa de Canet de Mar –con una vivienda de 300 metros cuadrados y 22.000 metros de terreno– y cuatro pisos en la Ciudad Condal. La sociedad, constituida en 1992 y propiedad al cien por cien del periodista, es la que utiliza como empresa patrimonial. A nombre de la firma estaba el barco que el presentador compró a medias con un amigo de Canet de Mar, y que acaba de vender, y algunos de sus vehículos.

Sólo un inmueble, un piso de 140 metros cuadrados ubicado en la céntrica calle de Balmes de Barcelona, aparece a nombre de Javier Sardá Tamaro, según datos del Registro de la Propiedad a los que ha tenido acceso esta revista. Es el primero de los pisos que compró, en 1990, cuando presentaba La bisagra en Radio Nacional de España. Ese año adquirió el 50 por ciento de la vivienda por nueve millones de las antiguas pesetas; la otra mitad fue adquirida por su pareja de ese momento. Sardá compró a esa persona su parte en 1991. En total, pagó una cantidad cercana a los 90.000 euros. Quince años después, suma una fortuna considerable y ha incrementado su patrimonio inmobiliario con la compra de otras viviendas. Sólo en Balandrix, el saldo de inmuebles pasó de 90.000 euros en 1999 a 1.369.746 en el año 2003. Eso sí, salvando su gran finca de Canet de Mar y el céntrico piso de Balmes, las adquisiciones de Sardá son pequeños inmuebles en barrios populares de Barcelona. Muy discretos, muy a tono con el personaje.

En 1994, Javier Sardá adquirió su segunda propiedad en Barcelona. Por aquel entonces presentaba el matinal La ventana en la Cadena SER. Se trata de un pequeño apartamento de 52 metros cuadrados –más seis metros de terraza– en la Gran Vía de les Corts Catalanes. El periodista puso el piso a nombre de Balandrix. Al tiempo que aumenta su patrimonio inmobiliario, no se olvida de sus amigos. Entre los años 1992 y 1995, Javier Sardá figura como avalista en tres créditos a favor de un técnico de sonido, antiguo compañero de RNE. Por aquel entonces, el periodista declaraba como profesión técnico en electrónica y relaciones públicas.

Pero no será hasta 1998 cuando el presentador de Crónicas marcianas realice su primer gran desembolso económico. El periodista adquiere su casa de Canet de Mar por un precio, declarado en escritura, de 397.870 euros, aunque el valor real de la venta se estima que ascendió a alrededor de 600.000 euros. La propiedad está llamada a convertirse en el refugio de Sardá y, además, es allí a donde traslada en 1999 el domicilio social de Balandrix, que antes figuraba en su piso de la calle Balmes. La elección de Canet de Mar para comprarse su posesión no es casual. En la bella localidad, situada al norte de Barcelona, centro cultural catalán de los años setenta, nacieron los hermanos Mainat, Josep Maria y el tristemente fallecido Joan Ramón, íntimo amigo de Sardá.

La finca, situada entre los parajes de La Barnoya y Albó, está rodeada de árboles que la ocultan a los ojos de los curiosos. Consta de una vivienda unifamiliar de tres plantas, de 300 metros cuadrados construidos, y un terreno de 22.000 metros cuadrados. Parte de la finca está destinada a jardín, otra parte es para zona de cultivo y el resto es bosque. Para pagar su nueva y gran propiedad, el periodista, más que confiar en su éxito televisivo, lo hizo en la hipoteca a 20 años que pidió a un banco catalán por importe de 150.253 euros. El préstamo quedó liquidado poco tiempo después.

Las ganancias por su labor de presentador de Crónicas marcianas pronto comenzaron a aumentar considerablemente, como queda de manifiesto en las cuentas de Balandrix. En 1998 cerró el ejercicio con unos ingresos de 1.559.757 euros, que aumentan en 200.000 euros en 1999. Con cada renegociación del contrato de Sardá –que en su primera temporada empezó cobrando 1.200.000 euros– con Telecinco, Balandrix va sumando ceros a su cuenta de ingresos. Imbatible, el periodista consigue deshacerse de cuantos rivales se enfrentan en su franja nocturna para hacerle sombra. Al tiempo que se afianza como el comunicador con mayor proyección del panorama audiovisual, Sardá, que ya es el mejor pagado de la televisión, sigue sumando patrimonio. Un apartamento en la calle Mallorca de Barcelona es su cuarta adquisición. Como siempre a nombre de Balandrix, que desembolsa por el inmueble, de 47 metros cuadrados, 117.097 euros, una cantidad ajustada al tipo de la vivienda. Lo mismo ocurrirá con la que, hasta el momento, es la última adquisición de Balandrix. Una finca ubicada en la calle Fluvià, del Polígono de San Martín de Provensals de la ciudad. Por este inmueble, la sociedad de Sardá desembolsó en febrero de 2004 la cantidad de 159.300 euros. Nuevamente, se trata de un pequeño apartamento de tan sólo 62 metros cuadrados.

Pero Javier Sardá, además de incrementar su patrimonio, es un hombre a quien también le gusta disfrutar de la vida. Navegar y volar son dos de sus aficiones. En 2002, el periodista adquirió un barco, de procedencia noruega, a medias con un amigo de Canet de Mar. Se trata de un velero de 10,87 metros de eslora, con motor de 570 caballos, marca Windy Boats. Por la embarcación, llamada Jaumet, desembolsó 60.000 euros. Aunque, apenas pasados tres años, Sardá decidió ponerla a la venta. Fue el pasado mes de julio. Al periodista, según ha podido saber interviú, le resulta más fácil, cuando lo desea, alquilar una embarcación que mantener la suya propia.

Pasión por las cuatro ruedas
Lo mismo ocurre con la avioneta con la que acostumbraba volar por La Cerdanya. Oficialmente, no hay ninguna aeronave a nombre del periodista o de su empresa, aunque en distintas ocasiones ha reconocido públicamente ser propietario de una avioneta.

Además, Sardá siente pasión por los coches. A nombre de Balandrix figura un Jeep Wrangler, matriculado en 2002 y valorado en 60.000 euros. Una moto de marca Yamaha y dos coches antiguos, un Triumph y un Seat 850, completan la colección.

En 2003, Javier Sardá renegoció de nuevo con Telecinco y firmó por otras tres temporadas como presentador de Crónicas marcianas, hasta la finalización del curso 2006-07. Ese mismo año, el caché del periodista ascendía ya a los seis millones de euros anuales y su empresa Balandrix, según los últimos datos sobre la sociedad disponibles en el Registro Mercantil, cerró el ejercicio con unos ingresos de 3.007.957 euros. Cantidad que pronto se verá incrementada, ya que en las dos últimas temporadas el sueldo del periodista ha rondado los nueve millones de euros anuales. La suma total de los beneficios obtenidos por su trabajo al frente de Crónicas marcianas le ha facilitado la creación de un colchón económico que, a la vista de los datos, le permitirá retirarse a descansar no sólo por un año, sino por todo el tiempo que guste.

Publicado en: Interviu

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07 enero, 2006

Manifiesto de inauguración del blog: Por qué no soy progre

Para empezar este blog, nada mejor que un manifiesto para explicar las razones del titulo. Aclaro que el siguiente manifiesto no le he escrito yo, aunque lo comparto en su totalidad. Viene de ésta página web.

Antes del manifiesto, dos frases que me han gustado mucho:
"Quién no es revolucionario a los 18 años no tiene corazón, pero quién continua siendolo a los 40 no tiene cerebro". Lord Acton.

“Primero fueron a por los extranjeros, como yo no era extranjero no me preocupe, después fueron a por los judíos, cómo yo no era judío no me preocupé, después fueron a por mí, entonces me preocupé, pero ya era demasiado tarde”. Autor desconocido.

1- Porque, pese a la caída del muro de Berlín, los "progres" siguen sin hacer pública la más mínima autocrítica, paralizados por la cobardía de quedar huérfanos de certeza. Porque continúan anclados en la "revolución pendiente" e instalados en la amnesia, al ignorar los millones de víctimas causados por su propia ideología. Porque su conservadurismo les hace mantener inalterables los principios ideológicos que asumieron cuando la evidencia de la dictadura franquista les llevo, por primera y última vez, a cambiar de manera de pensar.

2- Porque no creo en los derechos colectivos, que son la gran coartada ideológica de los que siempre encuentran una razón para someter o inmolar al individuo, a la persona concreta de carne y hueso, en el altar mayestático y redentor de la tribu, la patria, la nación, la raza, el sexo o la clase social.

3- Porque la historia no tiene significado ni leyes que la puedan hacer previsible. Cuando más libre es el mundo, menos previsible se vuelve, y más se escapa a la planificación y la tutela de los gobiernos dirigistas. Los órdenes espontáneos, surgidos de la evolución humana y de sus instituciones, son más sólidos y "racionales" que las utopías constructivistas.

4- Porque el valor fundamental de la vida humana es la libertad, sin la cual no puede haber ni responsabilidad ni justicia. Porque la planificación de la vida económica y social es incompatible con la libertad personal, como ha demostrado el fracaso estrepitoso del comunismo. Porque el mercado es la democracia económica, mientras que la planificación es la dictadura de la miseria igualitaria. Porque la propiedad de los medios de producción de bienes y servicios - tan atacada por la izquierda- se justifica de raíz por su capacidad de generar abundancia, mientras que la propiedad intelectual -tan defendida, paradójicamente, por la misma izquierda- es la propiedad más discutible, porque crea monopolios y mantiene la escasez.

5- Porque sin seguridad, sin instituciones que la garanticen, la libertad no es posible. La inaprehensible naturaleza humana parece estar más cerca de Hobbes que de Rosseau. Ni es la "sociedad" la que corrompe, ni la persona es una "tábula rasa" que se puede manipular en nombre de cualquier mercadería ideológica.

6- Porque la democracia no es un fin sino un medio para cambiar los gobiernos sin violencia. Como advertía Alexis de Tocqueville, tener la mayoría no significa tener la razón, ni autoriza al gobierno a limitar los derechos de las minorías o a modificar las reglas de juego que están vinculadas al ejercicio de los derechos fundamentales. La democracia legitima el acceso al gobierno, pero no los actos que ésta ejecuta. Romper las instituciones democráticas desde dentro - Hitler, Allende, Chávez,...- no es más legítimo que hacerlo desde fuera, a través de un golpe de estado o una revolución violenta.

7- Porque las instituciones de las democracias liberales se fundamentan en el escepticismo epistemológico, o dicho de otra manera, en la ignorancia voluntaria de la verdad, contrariamente a las utopías racionalistas, que a imagen y semejanza de la teología, pretenden imponer al conjunto de la sociedad la verdad revelada o científicamente demostrada. La ignorancia de la verdad se fundamenta en la evidencia de que las personas siempre pensaron distinto, y tenemos diversidad de creencias -políticas, económicas, morales o religiosas- sobre como hemos de vivir o buscar la felicidad. La misión de los gobiernos es garantizar de manera imparcial las reglas de juego para que nadie imponga sobre otro su "verdad", su modelo de vida, y permita que todo el mundo pueda vivir, en la medida de lo posible, según sus convicciones. Esto implica una concepción procedimental y no teleológica de la resolución de los conflictos y convierte la libertad formal en la única libertad real.

8- Porque no comparto el perpetuo malestar de muchos intelectuales respecto de la cultura de la libertad en la que viven y de la que viven, mientras que no esconden su satisfacción, al mismo tiempo, de defender por activa y pasiva cualquier dictadura si de esta manera se ataca a los gobiernos de los países democráticos y especialmente los Estados Unidos. Como decía Albert Camus, si la historia de los últimos cien años esta tan manchada de sangre es "porque la inteligencia europea, traicionando su herencia y su vocación, eligió la desmesura por su amor al patetismo y la exaltación".

9- Porque soy pacífico y no pacifista. Porque creo que mientras haya dictaduras el desarme unilateral es suicida. Porque es un engaño que se denominen pacifistas personas que siempre han creído en la violencia revolucionaria y que han justificado durante muchos años las dictaduras comunistas, hasta que la evidencia les ha hecho enmudecer, pero no cambiar de opinión. Porque me rebela que haya pacifistas que "comprenden" el terrorismo de ETA, cuando es precisamente en un contexto democrático cuando la violencia política no tiene nunca justificación. Porque no entiendo el denominado pacifismo de los que son capaces de hacer la mayor manifestación mundial contra una guerra que aun no ha empezado, pero son incapaces de mover un dedo por las guerras realmente existentes, desde Chechenía al Africa subsahariana. Porque, mientras haya dictadores, la única manera de evitar el genocidio y de defender la vida de las personas y su libertad es demostrar que se está dispuesto, si es necesario a luchar para garantizarlas. Como decían los romanos "si vis pacem, para bellum" ("Si quieres la paz, prepárate para la guerra").

10- Porque creo que la revolución no es la solución sino el problema, como muy bien explica Mario Vargas Llosa en su reflexión sobre el "Che" Guevara: “Su teoría del «foco», esa punta de lanza móvil y heroica cuyos golpes irían creando las condiciones para la revolución, no funcionó en ninguna parte y sirvió, sí, en América Latina, para que millares de jóvenes que la adoptaron y pretendieron materializarla se sacrificaran trágicamente y abrieran la puerta de sus países a despiadadas tiranías militares. Su ejemplo y sus ideas contribuyeron más que nada a desprestigiar la cultura democrática y a arraigar en universidades, sindicatos y partidos políticos del Tercer Mundo el desprecio de las elecciones, del pluralismo, de las libertades formales, de la tolerancia, de los derechos humanos, como incompatibles con la auténtica justicia social. Ello retrasó por lo menos dos decenios la modernización política de los países latinoamericanos”.

11- Porque he dejado de creer en la grandilocuencia de la utopía para descubrir la modestia de la esperanza. Porque no creo ni en el cielo de los curas ni en el paraíso de los guerrilleros. Como escribía Octavio Paz: “Desde fines del siglo XVIII hemos vivido el mito de la Revolución, como los hombres de los primeros siglos cristianos vivieron el mito del fin del mundo y la inminente vuelta de Cristo. (..) El culto a la revolución es una de las expresiones de la desmesura moderna. (..) Le pedimos a la revolución lo que los antiguos pedían a las religiones: salvación, paraíso. Nuestra época depobló el cielo de dioses y ángeles, pero heredó del cristianismo la antigua promesa de cambiar al hombre. (..) Se creyó que la revolución, convertida en ciencia universal, sería la llave de la historia, el sésamo que abriría las puertas de la cárcel en que los hombres han vivido desde los orígenes. Ahora sabemos que esa llave no ha abierto ninguna prisión: ha cerrado muchas”.

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